martes, 13 de diciembre de 2011

Navidad a la vuelta de la esquina


Ya estaba todo a punto: el frío con su nieve correspondiente, las luces alumbrando las calles con colores brillantes, la gente de aquí para allá cargadas de bolsas de regalos, los deliciosos dulces típicos en los paladares, el belén y el árbol en las casas... Estas fechas eran las mejores, por mucho que le dijeran que eran unas fiestas tristes. En parte tienen razón, porque cuando alguien falta, estas fiestas no pueden ser lo mismo sin esas personas, pero aún así, cuando eres un niño, estas celebraciones son las favoritas, llenando de ilusión y fantasía los corazones de los más pequeños.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El corazón negro de la muerte


La muerte, con su cuerpo helado y su corazón negro, acechaba en el filo de la puerta, esperando ansiosa, a cobrarse una nueva víctima. Sólo en ese día ya llevaba unas 10.
Ella, que no entendía de edad, de sexo, de raza, de condición social, atacó ferozmente llegado el momento, dejando desolación a su paso. La muerte, tan asquerosamente injusta, sólo se dedicaba a hacer su trabajo, a realizar su tarea sin conocer nada de nadie, sin saber si esa persona se lo merecía o no, simplemente actuaba.
Sabía que todo el mundo la odiaba, que la maldecían, pero ella no sentía compasión, ni lástima. Un corazón negro como el de ella no podía sentir nada.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Confrontaciones


Clara no sabía cómo se las apañaba, pero siempre aparecía en medio de una confrontación. A veces incluso pensaba que era ella la causante de dicho problema, aunque no rompiera ni un plato.
Como era una experta, había aprendido mucho sobre las confrontaciones. Podían ser buenas, porque solucionaban los problemas; o podían ser malas, llevando a perder muchas cosas.
Pero acababa de descubrir un nuevo tipo: las inútiles, ésas que no cambian absolutamente nada, ésas en las que "misteriosamente" todo se arregla sin hacer nada, ésas donde los pensamientos no cambian, pero en las que exteriormente (de manera falsa) parece que todo es perfecto, y que nunca ha pasado nada.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La luna y su sonrisa


Observando la luna, recordaba la primera vez que la vió, cuando le preguntó a su padre: Papi, ¿qué es esa bola tan grande y blanca que está en el cielo?
Su padre se agachó y se puso a su altura diciéndole: Es la luna, princesa, la mejor amiga del sol. Cuando el sol está cansado de dar tanto calor y luz, ella, como buena amiga, le sustituye, haciendo que se haga de noche, para que al día siguiente el sol vuelva a estar como nuevo.

Ahora no estaba llena: era una fina y burlona sonrisa que alegraba la noche estrellada, una sonrisa como la de su padre, una de esas que ella echaba tanto de menos.

viernes, 28 de octubre de 2011

¡Qué monadaaa!

Sin duda, el gato es mi animal doméstico favorito, y estoy deseando ansiosa que llegue el día en que por fin pueda tener a un pequeñín como éste entre mis brazos.

martes, 25 de octubre de 2011

Quiero que conozcáis a Jane


En este confuso e incierto presente, te recuerdo en tu jubiloso pasado, o en el principio de él. Recuerdo tus sonrisas fugaces de verano, y tus cristalinas lágrimas de angustia de invierno; maldiciendo el día en el que se apoderó de tí y te hizo suya.
Puedo ver en mi mente el día que nos tropezamos: yo ensimismado contigo y tú un poco torpe. Desde ese día me enredé en tu pelo y en tu vida. Bendecí tu llegada como las frías gotas de lluvia que caen en la más absoluta sequía, y ahora que no estás conmigo, maldigo al que te consumió.
Lo ocultabas muy bien, pues eras la perfección personificada, pero el interior sólo lo podía ver yo, sabiendo que te estaba comiendo por dentro, que el cáncer te estaba dejando sin vida, sin mi vida.
Hoy, como todos los días que la tengo presente, quiero hablar de ella, quiero que conozcáis a Jane.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Como en un tiovivo


No quiero separarme de ti, como un niño que no quiere bajarse nunca del tiovivo.
La primera vez lo pruebas, y te encanta, por lo que quieres subir una vez más.
En la segunda ya sabes que la experiencia es grata, así que te emocionas porque ya sabes lo que va a pasar.
Para la tercera vez, convences a tu madre para que te deje subir sólo una vez más y le prometes que así será. Pero por muchas promesas que hicieras, no dejarás de lloriquear y patalear como un niño encaprichado y consentido para seguir montado.
Tu madre gana la batalla, pero sólo de momento. En tu mente sólo puedes ver el tiovivo, con sus mil giros, convirtiéndolo todo en color, y tú sentado, con la sonrisa más grande que cabe en tu cara, notando como el viento te sopla dulcemente a la cara, apartándote el pelo con cariño.
Sólo piensas en la próxima vez...en la próxima vez que te vea.

viernes, 14 de octubre de 2011

Jugando a ser poetas


Un día, jugaron a ser poetas, compartiendo versos de Neruda.
Un día, jugaron a ser poetas, plasmando sus sentimientos en las hojas cómplices.
Un día, jugaron a que se querían.

martes, 11 de octubre de 2011

¡Cuántos recuerdos!


Buscando fotos, me he encontrado con una grata sorpresa que me ha llevado directamente a la infancia. Es esta foto de la Barbie Hawaii, si no recuerdo mal. Supongo que las que seáis de mi edad la recordarán.
Era una de mis favoritas: tan bronceada, con su bikini, y con el collar en forma de concha, que era lo que más me gustaba. Creo que, incluso, traía un tarrito de colonia rosa, cuyo olor recuerdo como si fuera hoy.
Todavía la tengo, guardada por algún armario, pero sin su esplendor originario, claro está.

jueves, 6 de octubre de 2011

Polvo de hadas


Ojalá la vida fuese tan fácil cómo espolvorear una pizquita de polvo de hadas sobre la cabeza para que se te cumplan todos tus deseos. Pero cómo aún no me he hecho con un tarrito de ésos, sigo esperando a que algún día aparezca mi hada madrina, me coloque un precioso vestido digno de una princesa con sus zapatitos de cristal (pero bien sujetos, para que no se me pierdan), que me consiga una invitación para asistir a un gran baile, y que allí conozca a mi príncipe azul, para bailar con él hasta...¿las 12.00? ¡Por supuesto que no! ¡Qué los tiempos han cambiado!, hasta el amanecer.

martes, 4 de octubre de 2011

¿Cómo sabes que estás enamorada?


Iván la sostenía entre sus brazos, pasando dulcemente sus dedos entre los cabellos de Eva a modo de peine. Ella se retiró, mirándole fijamente a sus preciosos ojos, y le preguntó:
-¿Cómo sabías que era yo?
-¿Cómo sabes que estás enamorada?-le dijo él, divertido.
-Pues, no sé... me pongo nerviosa cuando quedo contigo, los cosquilleos recorren mi cuerpo cuando me besas o me tocas, no puedo parar de sonreír...simplemente me siento más viva, más feliz.
-Entonces ya sabes lo que sentí yo al verte-le dijo, besándola inmediatamente y dejándola sin ninguna posibilidad de contestación.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Miradas disfrazadas


No me gustan las personas que visten sus miradas con gafas de sol. Son como miradas disfrazadas, que siempre intentan ocultar algo.
Dicen que los ojos son el espejo del alma, así que si alguien quiere taparlos con cristales traslúcidos, es que no querrá que nadie pueda ver un pedazito de la suya; o que simplemente le moleste el sol.
Yo por eso casi nunca las llevo, prefiero mostrar al mundo mi alma, ya esté extasiada de alegría o rota por el dolor.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Canción con los ojos cerrados


Hay muchos tipos de canciones, y cada momento requiere una de ellas. La canción que dejo en este enlace es, para mí, una de esas que escuchas con los ojos cerrados, una canción con la que te imaginas en medio del campo, girando, bailando o corriendo, para acabar después tumbada en la hierba observando el cielo.
Además, forma parte de la banda sonora de una de mis películas favoritas "Elizabethtown".

Disfrutadla



lunes, 26 de septiembre de 2011

Primeras clases


Recordaba sus primeras clases de la facultad como si fuera ayer. El primer día nunca lo olvidaría: aterrada, sin conocer a nadie, sin saber cómo serían las clases, los profesores... El resultado fue agobiante para todos: el nuevo profesor informó de los numerosos trabajos que habría que elaborar, decidió empezar con el temario un día que era de presentación... Tal fue de funesto, que una nueva amiga le dijo que se quería cambiar de carrera.
Pero hoy, esa nueva amiga, ella, y todos sus compañeros de clase se enfrentaban de nuevo a esas primeras clases, pero esta vez, de tercer año. Sin darse cuenta, el tiempo había volado, quedando ese horrible día muy atrás, y ahora el final de la carrera se le antojaba como algo muy cerca, como una meta que podía tocar casi con la punta de los dedos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Lucas y su amigo imaginario


La madre de Lucas estaba preocupada. Su hijo tenía, lo que comúnmente se conoce como un "amigo imaginario".
Le dijeron que era algo normal, que los niños de esas edades, sobre todo, los más introvertidos, solían tener uno. Pero ella no lo entendía, no entendía por qué prefería jugar con un amigo imaginario y no con un niño de carne y hueso.
Le seguía la corriente (era lo que le habían aconsejado), pero no se acostumbraba a ello. No podía dejar de sentir escalofríos cada vez que veía a su hijo hablando solo, como si lo hiciera con un fantasma.

martes, 20 de septiembre de 2011

Hace 4 años...


Hace 4 años tomé una decisión muy importante en mi vida.
Hace 4 años apareció un chico de 18 años fascinante, que se adherió a mis pensamientos sin poder despegármelo en ningún momento.
Hace 4 años conocí el amor nuevamente, como si fuera algo distinto a lo que había vivido.
Hace 4 años decidí compartir mis ilusiones, mis gustos, mis buenas cualidades y mis defectos... mi corazón.
Hace 4 años aprendí a amar de verdad, a saber que el amor es infinito, y que nada nunca podrá separarnos.
Hace 4 años, en una noche inusualmente lluviosa, elegí amarte, y desde entonces, hasta el final de los tiempos, nunca dejaré de hacerlo.

Te quiero

viernes, 16 de septiembre de 2011

Pasión en el ascensor


Clara y Óscar estaban envueltos en una agradable rutina, pero "rutina" al fin y al cabo. Siempre lo mismo, un día y otro día, y otro... No les disgustaba, pero a veces añoraban el tiempo en el que acababan de aprender a amarse, ese tiempo en el que todo era nuevo, y en el que siempre estaba la ilusión de muchas primeras veces.
Recordaban cuando todo era pasión y locura, riesgo y emoción, pero ahora, incluso algunas veces, no podían disfrutar de la suficiente intimidad que ellos desearían.
Menos mal que siempre tendrían 8 pisos en ascensor, en el que surgían besos salvajes, y alguna que otra genialidad.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Esferas heladas

A veces siento lástima por los autobuses de Londres, la torre Eiffel de Paris, el Partenón de Atenas, el monito gibraltareño, el esquiador intrépido de Sierra Nevada, el muñeco de nieve con sus esquíes; todos ahí, encerrados en sus esferas heladas. ¿Pasarán frío?
Yo espero que no, porque si es así y si se rebelan algún día, no quiero encontrarme mi habitación llena de escarcha y de cristales rotos.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Muñeca de porcelana


Sus pasos, enfundados en zapatos de tacón, resonaban contra la acera. El contoneo de sus caderas hacía que el vuelo de su falda cobrara vida, atrayendo las miradas de jóvenes y de no tan jóvenes. Sus rizos negros, tan brillantes, rebotaban con su espalda pálida y escotada. Su carita de muñeca de porcelana, tan perfectamente maquillada, seguro que hacía que más de uno no pudiera pegar ojo por la noche.
Así era Jane, tan aparentemente perfecta, pero en su corazón, en su vida, nada era ni lo más remotamente perfecto.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Esperando a Jack Dawson


De muchacha, siempre soñó con vivir una historia de amor como la de "Titanic" (sin que él se muriera, por supuesto), y a día de hoy, siendo treintañera, todavía sigue viendo su película favorita, todavía sigue llorando con ella, y todavía sigue esperando que llegue su Jack Dawson particular, para que la salve como a Rose, de su amargada vida.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Despedidas de soltera

La noche iba cayendo lentamente, haciendo que las farolas fueran iluminando poco a poco la ciudad.
Jack se preparaba para trabajar, esa noche le tocaba una despedida de soltera. Odiaba esas celebraciones, eran estúpidas: la última noche de soltera para hacer lo que no podrás cuando estés casada, que consiste en irse a un boys, bahh, menuda tontería.
Y además, siempre lo mismo: tías con penes en la cabeza y la novia además de eso, con una banda, para que se vea bien que ella es la novia, que es la protagonista.
Él lo tenía muy claro. Si alguna vez se casaba (que lo dudaba), le gustaría pasar la última noche de soltero con la que fuera su futura mujer, para ponerse caliente con ella, no con una rubia peliteñida con unas tetas más grandes que su cabeza.
Le haría el amor cuantas veces se lo permitiera su miembro, unas veces salvajemente, otras con la mayor ternura y delicadeza que se puede tener, susurrándole lo feliz que era por casarse con una mujer tan maravillosa como ella.
Todo esto lo pensaba mientras dudaba entre el disfraz de bombero o el de policía.

viernes, 2 de septiembre de 2011

El amor es...


"El amor es sufrido y considerado, nunca es celoso. El amor no es jactancioso o engreído, nunca es grosero o egoísta, nunca se ofende ni es resentido. El amor no haya placer en los pecados de los demás y se deleita en la verdad. Siempre está dispuesto a excusar, confiar, esperar, soportar todo lo que venga".

Frase de la película "Un paseo para recordar"

miércoles, 31 de agosto de 2011

Paz y tranquilidad

Acostumbrada al bullicio de la ciudad, estar en aquel frío pueblecito de interior era una experiencia nueva.
Se asomó a su nuevo balcón, rebosante de flores de colores, con un simple jersey de lana que le cubría gran parte de su pequeño cuerpo, haciéndole las veces de vestido. Ni rastro de grandes atascos a las horas punta, ni rastro de enormes columnas de ladrillo unas al lado de otras...
Sólo observaba pequeñas casitas con tejas naranjas y chimeneas, con balcones como el suyo, con un telón de fondo precioso: las montañas.
Es verdad que hacía mucho frío, que el pueblo no tenía más de veinte habitantes, que la vida allí no tenía muchas distracciones..., pero no le importaba. En ese momento, no podía sentirse mejor, allí, en el balcón, con el frío pegado a sus huesos, y olvidándose lentamente de todos sus problemas.

jueves, 18 de agosto de 2011

Melodías en el metro

Klaus era un viejo violinista que pasaba sus días tocando en el metro. La pieza que más interpretaba era "La Primavera" de Vivaldi, su favorita. La tocaba siempre con la ilusión de la primera vez, esperando que algún día alguien se fijara en su talento.
Pero no podía vivir de sueños, sabía que eso no pasaría. Por lo menos, se contentaba con sonsacarle a alguna que otra persona una amplia sonrisa.

jueves, 11 de agosto de 2011

Cerrado por vacaciones

Quería informaros que del 12 al 15 y del 21 al 27 de agosto no voy a escribir nada, pues estoy de viaje. También quería disculparme por no escribir nada durante esta semana, pero es que he estado un poco liada.
Ya sólo me queda deciros, que prometo volver con muchas historias, seguramente influidas por los lugares que visite.

Muchos besos.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Delicioso brownie

Cierto día, el bizcocho de chocolate con nueces se enamoró del helado de vainilla y del chocolate caliente, y todos ellos dieron lugar a uno de los postres más deliciosos y perfectos: el brownie.

lunes, 1 de agosto de 2011

Fiel compañera




Cuando todos dormían, y el sol comenzaba a despertar con sus leves destellos, Jack, recorría las calles ya de vuelta a casa, hastiado de su maldito trabajo nocturno, cansado de desnudarse ante señoras solteronas que le metían billetes en el slip. Si no fuera por el dinero...


Lo único que le consolaba era que cuando llegara a su hogar dulce hogar, le estaría esperando su fiel compañera, la que siempre estaba ahí en los malos y buenos momentos: su botella preferida de whisky de la mesilla de noche, la mejor pareja que se podía tener.

jueves, 28 de julio de 2011

Primer viaje juntos



Últimamente, no podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera ese ansiado primer viaje con la persona más increíble y divertida de su mundo.

Era una experiencia nueva, estar las veinticuatro horas del día como si fueran siameses. Se aburrirían durante el trayecto, se liarían un poco con el metro, se enamorarían de las calles y las grandes avenidas, disfrutarían con la comida, y harían que las noches fueran eternas bajo las sábanas.

Lo estaban planeando todo al detalle, para que todo fuera rodado, y sobre todo, para que se convirtiera en un viaje inolvidable.




martes, 26 de julio de 2011

Locura mezclada con pasión



Estaba ante la genialidad de Van Gogh, absorta ante "La noche estrellada", observando con detenimiento sus tonos azulados, verdosos y esos toquecitos amarillos.

Sus colores le transmitían paz; sus formas curvas, algo de locura mezclada con pasión.

"Ojalá uno de mis lienzos pueda transmitir tantas cosas como las que transmite éste", pensó la joven pintora.

sábado, 23 de julio de 2011

Mami, cuéntame un cuento




Luis no dormía si su mamá no le contaba un cuento antes de que le acurrucara bajo la manta calentita. Le daba igual sobre que tratase, ya fuera de piratas, de animales, o incluso de princesas. No tenía predilección por ningún tema en concreto, pero las historias que más le gustaban eran las que su madre se iba inventando sobre la marcha, eran tan divertidas...


Él tenía muy claro que cuando fuera mayor, y tuviera hijos, tomaría la misma costumbre, e inventaría miles de historias que les hicieran feliz, y no sólo a ellos, sino también a todos los niños.


Escribiría cuentos infantiles, y sus libros se venderían por todo el mundo, porque todos los niños tienen derecho a un cuento antes de dormir.

jueves, 21 de julio de 2011

Playa imaginaria



Pasaba el verano en un pueblecito del norte, en uno de esos en los que la lluvia no hace ninguna excepción a esta bonita estación del año.

Por culpa de la tormenta que estaba haciendo sus estragos esos días; pasaba las mañanas durmiendo, y las tardes leyendo, siempre con el golpeteo de la lluvia en los cristales como banda sonora.

En el libro que estaba leyendo en ese momento, se describía una bonita playa. Cerró los ojos, y no le fue muy difícil imaginársela: ella estaba tumbada en la arena con un bonito bikini, mientras sentía como su piel absorbía los rayitos de sol; de frente, el anchuroso mar, con ligeras olas que rompían en la orilla, que incluso podía escucharlas.

Pero el fuerte vendaval le despartó de su ensoñación, y sintió como se desvanecía hasta el último granito de arena. Por suerte, podría visitar esa playa siempre que quisiera.

martes, 19 de julio de 2011

Esperado encuentro



Era ella. Desde que entró por la puerta del autobús supo que era ella, su ansiada compañera. No sabía que razones le llevaban a esa suposición, simplemente sintió que su corazón latía más vivo que nunca; que un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, desde el primero de sus mechones alborotados hasta la uña de su dedo más pequeñito del pie; que supo por primera vez que era sentir mariposas en el estómago.
La siguió con la mirada, hasta que sus ojos verdes se encontraron con los de ella, de un marrón intenso. Ella no se la retiró, no podían dejar de mirarse con curiosidad, curiosidad por la sensación que ambos estaban sintiendo.

Eran unos absolutos desconocidos y sin embargo, se miraban como si llevaran toda la vida uno al lado del otro.

Iván se levantó de su asiento, se colocó frente por frente a ella, y no se dijeron nada, ni siquiera hacía falta, simplemente se fundieron en un largo beso, uno de los miles que ya se habían dado en sueños.

domingo, 17 de julio de 2011

Amor prohibido



"Los hombres nos perseguirán, los dioses nos maldecirán, pero hasta el día que quemen mi cuerpo te amaré"


Paris a Helena en la película "Troya"

jueves, 14 de julio de 2011

Pareja de baile




Javier nunca había sentido lo mismo. Katie, que llegó a su vida como un huracán, lo había cambiado todo.
Había perdido su trabajo de camarero en el hotel, y ahora tenía que andar liado con coches robados, mientras Cuba se estaba preparando para una revolución.
Pero todo esto dejó de tener importancia cuando la chica americana lo convenció para que participaran en un concurso de baile. Javier había bailado con muchas chicas en la Rosa Negra, pero con ella, todo era diferente.
Después de tantas horas de ensayo, se compaginaban a la perfección, de tal manera que parecían una única persona. En sus brazos se olvidaba de todos sus problemas, y en el baile encontró una manera de enamorarse fácilmente.




jueves, 7 de julio de 2011

En sus redes

Eva, como de costumbre, cogió el autobús, y se adentró en él esquivando a la gente que se encontraba de pie. No pudo sentarse, pero se acomodó en un rinconcito donde no tenía que estar frotándose con desconocidos, y donde podía tener un poco más de tranquilidad (suficientes agobios tenía que pasar ya en la facultad durante todo el día).
Abrió su bolso y empezó a rebuscar su mp3, que por algún bolsillo tenía que estar. Una vez que lo encontró y levantó la cabeza, se topó con la mirada más maravillosa que jamás había visto, y se sumergió en esos ojos, como si de un profundo e inmenso océano se tratara.
Tras estar embobada mirándole, él se percató de que le observaba, y le respondió con una sonrisa de esas que te cortan la respiración.
Eva había caído en las redes del guapo pescador cual pez despistado, pero no mostró resistencia, simplemente seguía hipnotizada en sus ojos verde mar.

martes, 5 de julio de 2011

Manos




"Pensaba en las manos de Patrik. Las manos y las muñecas eran lo primero en lo que se fijaba en un hombre. En su opinión, las manos podían ser increíblemente sexis. No debían ser pequeñas, pero tampoco de esas manazas grandes como la tapa del retrete. De un tamaño medio y nervudas, sin vello, ágiles y flexibles. Las manos de Patrik eran así exactamente."




Fragmento de la novela "La princesa de hielo" de Camilla Läckberg.

lunes, 4 de julio de 2011

Canciones de amor



Iván, el chico del autobús, seguía sin encontrar a su deseado amor, y rellenaba sus tardes vacías en compañía de su guitarra, componiendo canciones de amor que, algún día, esperaba poder cantarlas con dulzura al oído de su chica.

martes, 21 de junio de 2011

Engalanando el blog

Viendo que el blog estaba un poco soso, y sabiendo que no se manejar muy bien las cosas relacionadas con el diseño de los blogs y eso, he decidido acompañar las entradas con fotos, aunque no todas tienen de momento, porque tengo que encontrar para algunas la foto idónea. Por lo tanto, las entradas se están poniendo de gala, a la espera de que este pequeño cambio os guste.
Si queréis, mirad desde las entradas más antiguas y comentarme qué os parece, ya sea positivamente como negativamente.

Besos! ;)

viernes, 17 de junio de 2011

Única ilusión



Visitar París es el sueño de muchas personas: pasear por los Campos Elíseos iluminados con las pequeñitas luces navideñas, sentirse diminuto bajo las cuatro inmensas patas de la torre Eiffel, quedarse ensimismado con las gárgolas de Notre-Dame, sentirse bohemio en Montmartre...
Pero la única ilusión de Noa era bailar a las orillas del río Sena, bajo la luna llena, en los brazos de Jean. Iría con su vestido rojo de vuelo, acompañada únicamente de su mejor sonrisa de enamorada, y los turistas de los bateaux mouches que pasarían se quedarían perplejos, al igual que me quedé yo.

miércoles, 15 de junio de 2011

E-book "Alter-ego"

Aquí tenéis un e-book en el que he participado, y en el que podeís encontrar otros relatos maravillosos de otros blogueros.

Os dejo el link de descarga: http://www.box.net/shared/1tx9gt0dtl

Que lo disfrutéis :)

sábado, 4 de junio de 2011

No sé que has visto en mí

Cuando te miro, y veo que me respondes con tus ojos felices, llenos de vida; me pregunto que habrás visto en mí como para querer estar conmigo el resto de tu vida.

Sean por las razones que sean, sólo sé que me alegro, y que haré todo lo que pueda para que tu elección haya sido acertada.

Y por supuesto, para que tus ojos siempre sigan así, rebosantes de felicidad hasta la última curva de tus pestañas.

jueves, 12 de mayo de 2011

Sólo los muertos conocen las respuestas (Parte 7)

Volviendo al problema de que tenía a un fantasma como compañero de banco, también pensó que si contaba su experiencia a un famoso programa de misterios, se haría rica, y que así no estaría tan mal como ahora. Pero si creía en la teoría del destino…No tenía nada que hacer.

Pero no podía hacer eso. No era un fantasma cualquiera, era Pablo, su ser más preciado, que acababa de perder por su culpa, por dormirse mientras le atropellaban. No estaría bien sacar dinero gracias a la muerte del pobre chico.

Así que, sin más dilaciones, por fin, se dirigió a él con tristeza.

La estaba mirando, y le sonreía. Extendió su mano hacia él, con la intención de acariciarlo, pero no sintió nada. La mano traspasó su cuerpo como si fuera aire y él no se inmutó.

Tras su intento frustrado, decidió que era mejor el don de la palabra.

Su discurso fue muy corto, pero no hacía falta decir más. Como dice el refrán, “A buen entendedor, pocas palabras bastan”. Lo único que ella quería que supiera es que le quería, que siempre le había querido, y que nunca lo olvidaría.

Tras estas emotivas palabras, Paula volvió a derrumbarse y dejó de caer su cabeza entre sus rodillas.

Fue mientras tanto, cuando creyó que le susurraba dulcemente al oído: “No tengas miedo, Paula, no llores. Nunca estarás sola. Y que sepas que yo te he querido, te quiero y te querré”.

Rápidamente, volvió a mirar a su lado, esperando encontrarse con sus ojos verdes, o con sus labios vaporosos que nunca podría besar, pero no fue así. Había desaparecido, se había esfumado, desvanecido.

Pero quizás todo esto había sido fruto de otra ensoñación o de una jugarreta de una mente caprichosa.

O quizás no.

Sólo Pablo sabe la respuesta.

lunes, 9 de mayo de 2011

Sólo los muertos conocen las respuestas (Parte 6)

Estaba exactamente igual que como lo acaba de ver: mismo peinado, mismo traje de chaqueta…, la misma persona en dos lugares diferentes.

En la carretera yacía su cadáver; en el banco, a su lado, un cuerpo vaporoso, lo que se conoce vulgarmente como fantasma.

Ella nunca había creído en los seres del más allá, pero sabía muy bien ante lo que se encontraba. Era un espectro, sin lugar a dudas, por muy reacia que fuera en creer que los difuntos no tenían ningún motivo por el que aparecerse delante de una persona que todavía no se había ido al otro mundo.

Las películas siempre ponían a los fantasmas como seres aterradores, con sed de venganza, que hacían imposible la vida de un grupo de personas.
Pero ella no lo veía como un fantasma, no le aterraba, a pesar de estar temblando, a causa de la impresión.

Miró a su alrededor, para comprobar que las personas que pasaban por allí también lo estaban viendo, pero no era así.

La gente que pasaba por allí sólo se quedaba mirando el cuerpo sin vida de Pablo, y nadie se percataba del otro Pablo, el que estaba a mi lado. Incluso, pasaban por delante de él, y como si nada. La gente no se asustaba.

¿Sería ella la única que lo veía? ¿Tenía un don para ver fantasmas o es que de verdad los muertos se comunicaban con los vivos por algún motivo?

Cada vez estaba más extrañada y confusa con todo lo que le había pasado en menos de diez minutos. Era totalmente surrealista.

Pero no era tiempo de ponerse a pensar en estas incógnitas, el fantasma de Pablo seguía a su lado, esperando algo, suponía ella.

Tendría que hablarle para ver si le contestaba. ¡Hablar con un fantasma! En su vida se había imaginado eso, aunque tampoco se había imaginado nunca que estaría viviendo en la calle para el resto de su vida. ¿Quién en su sano juicio imaginaría eso? Nadie.

Al pensar esto, creyó en el destino. Podía ser cierto que el destino decidiera la vida de las personas, y que fuera inamovible. Era posible que, en la vida de Paula estuviera escrito: “Paula acabará viviendo en la calle, pasará hambre, frío, y además, el chico de sus sueños morirá delante de sus ojos. En definitiva, será una desgraciada para el resto de su vida y pasará porque está escrito”.

jueves, 28 de abril de 2011

Sólo los muertos conocen las respuestas (Parte 5)

Se lamentó por quedarse dormida, creía que, despierta, hubiera podido salvarle.
Pero eso no habría ocurrido.

Fue el destino. Dicen que toda nuestra vida gira alrededor del destino, que a cada persona le llega su hora en un determinado momento. El destino era inamovible, aunque Paula no lo entendiera.

Hundida en su sentimiento de culpabilidad y viendo como tapaban el cuerpo con una manta, Paula rompió a llorar desconsoladamente. Hacía mucho tiempo que no lloraba así, o quizás nunca lo había hecho de esa manera.

Entonces, cuando las lágrimas inundaban sus ojos castaños y caían por sus pálidas mejillas, sintió una suave brisa reconfortante, acariciándole la cara.

Miró a su derecha , y descubrió, asustada, que Pablo permanecía a su lado.

lunes, 25 de abril de 2011

Sólo los muertos conocen las respuestas (Parte 4)

Los destellos y las sirenas incesantes de una ambulancia y de un coche de policía, hicieron que se despertara de su profundo sueño.

Se desperezó, recordando todavía el fantástico sueño que le habría encantado que se hiciera realidad. Pero, cuando abrió los ojos, con lentitud, su sueño quedó hecho trizas.

Su mirada incrédula se encontró con un café derramado a sus pies, que aún echaba humo. Miró al frente, y creyó, que la escena fatal que estaba contemplando era fruto de otro sueño, o mejor dicho, de una horrible pesadilla.

Se abofeteó, se pellizcó la cara, esperando despertar de ese malicioso sueño, pero no ocurrió.

Pablo, que acababa de estar sentado a su lado en el sueño, ahora estaba tendido encima de un charco de sangre sobre la carretera. Su cuerpo no respondía, los sanitarios no podían hacer nada por él.

Un coche lo había atropellado mortalmente. Es lo que dedujo Paula al ver a agentes de la policía hablando con el dueño del coche que había sufrido el impacto. El capó tenía una notable abolladura.

Los viandantes, sobrecogidos, al igual que Paula, contemplaban la escena desde las aceras.

Mientras tanto, la mente de Paula no paraba de pensar la extraña coincidencia que acababa de ocurrir.

¿Pablo cruzaba la carretera para encontrarse con ella, como había ocurrido en su sueño?

viernes, 22 de abril de 2011

Sólo los muertos conocen las respuestas (Parte 3)

Tenía que acercarse a él como fuera, tenía que decidirse. ¿Qué iba a perder? Nada. Ya lo tenía todo perdido. Lo estaba mirando fijamente, y no encontraba el valor ni la fuerza necesaria.

Llevaba años enamorada de él, y muchos más años siendo su amigo; no podía acercarse así como así. No podía ponerse delante de él y decirle:” ¡Hola! Soy tu amiga Paula y soy vagabunda, la que estaba liada con la droga hace unas semanas, la que se desmayó ¿Te acuerdas de mi?”. No podía. Quizás mañana, si se encontraba con suficientes fuerzas, se acercaría.

Mientras lo miraba, embobada, se quedó dormida. Al rato, notó como alguien la zarandeaba suavemente, con delicadeza. Abrió los ojos con lentitud, y no se creía lo que estaba viendo. Era él.

Pablo estaba delante de ella y la estaba mirando. En la mano, sostenía un café en un vaso de plástico. Éste le preguntó si lo quería. Paula asintió con la cabeza, muerta de vergüenza. Cogió el café, y sintió en sus manos que aún estaba caliente, y en su nariz, su aroma, que tanto le gustaba.

Paula ni siquiera sabía porqué estaba allí. No sabía si era porque la había reconocido, o porque simplemente había tenido un acto de solidaridad. Increíblemente, le preguntó con mucha amabilidad si podía sentarse a su lado. Ella le dijo que sí, y se echó a un lado.

Pablo la miró fijamente con esos preciosos ojos verdes en los que ella siempre se perdía, los que ella siempre quería que la miraran. Ella ni siquiera pudo contener un minuto su mirada, y agachó la suya, así como su cabeza con la que había sido una preciosa melena castaña clara, pero que ahora, a causa de la poca higiene, o más bien nula, era una melena sin nada especial, sólo una melena grasienta y enredada.

¿La habría reconocido? ¿Por qué la miraba de esa manera? ¿Por qué no apartaba la mirada? ¿Y por qué estaba allí, a su lado?

Tras unos cuantos minutos incómodos, sin hablar, Pablo la cogió de la mano, y le dijo: “Paula, mírame”. Ella levantó la cabeza, le miró, y después de estar tanto tiempo sin hablar, pudo articular una frase: “¿Sabes quién soy?”. El asintió con la cabeza.

-Paula, lo siento, perdóname, yo no quería…
-Pablo, ¿de qué estás hablando?
-Tenemos que hablar de muchas cosas, aclarar cosas…Pero el primer paso es llevarte a mi casa, no vas a estar ni un solo día más en la calle, no lo permitiré.
-¿Estás loco? ¿Vas a meter a una vagabunda en tu casa? ¿Estás seguro?
-No, voy a meter en mi casa a mi amiga Paula, no a ninguna vagabunda. Vamos, levanta, que hay mucho que hacer.

Paula pensó que tenía que ser un sueño, no era posible. No era posible que, Pablo, del que estaba enamorada, fuera a sacarla de la calle.

Y no lo era.

martes, 19 de abril de 2011

Sólo los muertos conocen las respuestas (Parte 2)

Hacía exactamente dos semanas que ocurrió lo que no debería de haber ocurrido nunca, lo que le hubiera gustado que no ocurriera.

Aquel día empezó con lo que ella llamaba “una tontería” y acabó siendo una adicción, una adicción que la estaba consumiendo y que había acabado con su casa, la había alejado de su familia y de sus amigos, y la había dejado en la calle.

Ella se temía que tantos días de alcohol, drogas y tabaco no iban a acabar bien. Estaba en la calle y sola, por culpa de esa mierda.

Sentía, que el chico del bar era la única persona que tenía, aunque quizás él ni siquiera sabía que todavía existía. Él fue la última cara conocida que vio antes de desmayarse. Ella no sabía que él intentó ayudarla, pero asustado y sin saber qué hacer, la dejó tirada en el suelo de aquella discoteca, en la que circulaba la droga y se consumían litros y litros de alcohol sin complejos.

Cuando despertó en el hospital, su familia no quería hacerse cargo de ella, y directamente, la echaron a la calle. Y así, con lo puesto, deambulaba por las calles a partir de ese día.

Intentó regresar a su casa, a pesar de saber que su familia se había desentendido, pero siempre se encontraba las puertas cerradas para ella.

miércoles, 13 de abril de 2011

Sólo los muertos conocen las respuestas (Parte 1)

Un día más, se levantó de la cama sin saber porqué. Hacía ya unas semanas que no encontraba sentido a despertarse cada día.

Se sentó en el borde de la cama, con los ojos todavía cerrados; no quería encontrarse con la realidad de todos los días, pero tendría que abrirlos. Con decisión los abrió, y vio lo que tanto miedo le daba: la calle. Su cama no era más que un colchón sucio y maloliente.

Se encontraba en la antigua puerta de aquella tienda de ropa, que dejó de serlo, y que hacía unos meses tanto le gustaba. Por lo menos, tenía algún sitio donde dormir, algún sitio donde refugiarse cuando hacía frío o cuando llovía.

Se despertó hambrienta, pues hacía días que apenas probaba bocado. Quizás hoy comiera algo. Empezó a caminar bajo una espesa niebla que caía sobre las calles, y muerta de frío, andaba sin rumbo, buscando algo para llevarse a la boca. Pasó por aquel bar, donde un día consiguió comerse unas tostadas y un café con leche bien caliente, gracias a algún despistado que dejó caer unos tres euros; y donde lo vio a él.

Nunca faltaba a su cita, siempre estaba allí, en la misma mesa, a la misma hora, y siempre solo. Iba bien vestido, peinado, muy guapo, como siempre había sido. Ella se sentó en el parque de enfrente, en su habitual banco de madera, como todos los días, para contemplarlo.

Desde su desgracia, siempre hacía lo mismo. Todos los días se le ocurría la idea de acercarse a él y hablarle. ¿Pero cómo se iba a presentar delante de él de aquella manera? ¿La reconocería?

sábado, 9 de abril de 2011

Noche en el teatro



Hoy no traigo ninguna de mis imaginarias historias, por el contrario, traigo una realidad. Ayer pasé una maravillosa noche en el teatro en compañía de mis amigos, viendo la obra "El Misántropo" de Menandro, representada por el grupo de teatro Phersu, de la Universidad de Cádiz, y me ha parecido oportuno contarlo aquí por varios motivos.

Uno de ellos es para alabar el gran talento de los actores, y el otro, es porque le va a hacer mucha ilusión a cierta "hipócrita" que conozco (ella sabe por qué la llamo así). Yo nunca he sido de teatro, la verdad, pero me hicieron pasármelo tan bien..., que creo que sin ninguna duda repetiría.
A pesar de ser tan jóvenes, y sin tantos años de experiencia a la espalda, sabieron transmitir a la perfección el espíritu de la comedia, haciéndonos reír con cada gesto, y también con la palabra, claro. Aunque ellos sean la gran parte del espectáculo, tan poco les falta mérito a los que están detrás de todo: luces, música, maquillaje, vestuario, dirección...

Admirando la labor que hacéis, ya sólo me queda daros las gracias por haberme metido el "gusanillo" del teatro en el cuerpo. ¡FELICIDADES!

jueves, 7 de abril de 2011

Trayecto en autobús



Iván, estudiante de Informática, se desplazaba diariamente en autobús para dirigirse a la facultad. Con sus grandes cascos y su música a cuestas se subía a él, esperando poderse sentar en un buen sitio; le agobiaba tener que ir de pie cuando iba lleno, rozándose con todo el mundo y sin poder casi ni respirar.

Durante el trayecto que realizaba, que duraba aproximadamente casi media hora, se sumía en sus más profundos pensamientos, y reflexionaba sobre su vida. Aunque a veces, simplemente se limitaba a observar a la gente. Ese día, por ejemplo, vió a un niño muy raro; no es que fuera raro en sí, era rara su cabeza, su cara: se parecía a un extraterrestre. Llamémosle "niño extraterrestre".

A Iván le gustaba imaginarse la vida de la gente, o más bien, reflexionar en lo diferentes que podían ser unas de otras, cada una con sus familias, sus problemas, sus aficiones, sus manías. Quién podía saber, que en ese espacio tan reducido, que compartes con personas desconocidas cada día, pudiera haber un asesino en serie, o el futuro inventor de las casas flotantes en el espacio.

También le gustaba, como no, descubrir que las muchachas sentadas a su alrededor le estaban mirando. No era un creído, pero la verdad es que tenía éxito con las mujeres. Con su particular manera de vestir, sus ojos verdes, su piel morena, y su deliciosa sonrisa, la verdad es que se le podía considerar un chico bastante atractivo. Pero de todas las muchachas, no destacaba ninguna especialmente. No le gustaban las pijas de la facultad de Empresariales, pero quién sabe... Quizá Iván encuentre el amor en su trayecto en autobús.

lunes, 4 de abril de 2011

Pequeños placeres de la vida



Para ser feliz, a Clara no le hacía falta mucho. Simplemente, encajar con su correspondiente pieza de puzzle, Óscar y disfrutar de los pequeños placeres de la vida, que para cada de una de las personas del mundo serán diferentes.

Para Clara eran: tomar un vaso de Coca-Cola bien frío después de hacer el amor, que el olor de un libro nuevo penetrara en su olfato, acariciar un peluche, rozar su cara por la barba de Óscar, oír el mar desde una caracola, comer chocolate y algodones de azúcar, llorar ante un espejo, hacer pompas de jabón...

Pero, con bastante diferencia, los mejores de todos eran los besos de Óscar: esos besos pequeñitos, tan dulces...que llevan un "te quiero" impreso. Ésos besos mágicos eran los que hacían de Clara la jovencita más feliz del mundo.

miércoles, 30 de marzo de 2011

La pesadilla



Día tras día, Carlos se despertaba a altas horas de la madrugada sobresaltado y empapado en sudor. Ya había perdido la cuenta de cuántas noches llevaba sin dormir bien, y todo era causa de una inquietante pesadilla de la que no se olvidaba ni un momento.

Caminaba por una larga acera, con árboles a ambos lados. No se cruzaba a nadie por el camino, la calle estaba muy solitaria. De momento, comenzaba a oír susurros que parecían provenir de la nada. Se giraba, pero no había nadie a sus espaldas.

"Será el viento", pensó Carlos. Proseguía su camino, pero los susurros, que esta vez parecían decir su nombre, se hacían más fuertes. Hasta que el frío de una voz masculina, clara y amenazante le penetraba en su canal auditivo diciendo: "Carlos".

Se daba la vuelta para mirar al miedo a los ojos, y entonces, se despertaba de nuevo, con la incertidumbre de saber si para la próxima conocería, por fin, el cuerpo que acompañaba esa voz.

lunes, 28 de marzo de 2011

Lágrimas dulces



A Clara le encantaban las lágrimas dulces, ésas que asomaban por sus ojos miel y que se deslizaban por su cara casi de porcelana, fruto de la felicidad. ¿Nunca os ha pasado? A Clara sí, varias veces, pero sólo por un motivo: cuando miraba fijamente a Óscar (ojos miel frente ojos negros) y era consciente de lo enamorada que estaba, y de lo feliz y completa que era su vida junto a él.

Pasaba justo en ese momento en el que no existía nada más aparte de sus ojos y de su profunda mirada, en el preciso instante en el que ella veía que él sentía lo mismo. Si alguna vez os pasa, seguro que también seréis unos adictos a las lágrimas dulces de la felicidad, como Clara.

sábado, 26 de marzo de 2011

A través de la ventana



Como todas las tardes, se sentaba al lado de la ventana, para ver la vida pasar. El sol se iba haciendo hueco un poquito más cada día, y los árboles, verdes de nuevo y con algunas flores, vislumbraban la incipiente llegada de la primavera.

A través del cristal, veía a todo tipo de personas: niños con sus mochilas que se dirigían para las actividades extraescolares, padres cargados con bolsas de la compra, muchachos que iban a jugar al fútbol y muchachas que iban al gimnasio...

Pero de todas las que veía, las que siempre le llamaban la atención, eran las típicas parejas jóvenes que se sentaban en el parque de enfrente. Veía tanto amor y tanta pasión cada día...Observándolos, era imposible no acordarse de su marido, fallecido hacía ya dos años. Recordaba cuando los besos se daban con las miradas y cuando aprovechaban cualquier rincón oscuro, alejado de las habladurías, para amarse en secreto.

Pero ahora ya no estaba en su compañía, y lo echaba tanto de menos... que se sentaba en la ventana para ver como, poco a poco, la vida se le iba escapando entre los dedos, para reencontrarse con su único amor.

viernes, 25 de marzo de 2011

Mi perfecto mundo imaginario

Tras un tiempo dándole vueltas en mi cabeza, he decidio plasmar aquí mi perfecto mundo imaginario. ¿Qué por qué es perfecto? La razón es sencilla. Puedes ser quien quieras en el tiempo y en el lugar que quieras. Puedes estar acompañada de quién tu más desees. Puedes crear mil personajes distintos y cambiar sus vidas con sólo unas palabras.
Con sólo unas palabras puedes hacer reír, llorar, asustar...emocionar, al fin y al cabo. Y también, mostrar tus inquietudes ocultas, tus sueños, todo lo que te gustaría realizar y no puedes.
Con sólo unas palabras, se forja mi perfecto mundo imaginario.