jueves, 7 de abril de 2011

Trayecto en autobús



Iván, estudiante de Informática, se desplazaba diariamente en autobús para dirigirse a la facultad. Con sus grandes cascos y su música a cuestas se subía a él, esperando poderse sentar en un buen sitio; le agobiaba tener que ir de pie cuando iba lleno, rozándose con todo el mundo y sin poder casi ni respirar.

Durante el trayecto que realizaba, que duraba aproximadamente casi media hora, se sumía en sus más profundos pensamientos, y reflexionaba sobre su vida. Aunque a veces, simplemente se limitaba a observar a la gente. Ese día, por ejemplo, vió a un niño muy raro; no es que fuera raro en sí, era rara su cabeza, su cara: se parecía a un extraterrestre. Llamémosle "niño extraterrestre".

A Iván le gustaba imaginarse la vida de la gente, o más bien, reflexionar en lo diferentes que podían ser unas de otras, cada una con sus familias, sus problemas, sus aficiones, sus manías. Quién podía saber, que en ese espacio tan reducido, que compartes con personas desconocidas cada día, pudiera haber un asesino en serie, o el futuro inventor de las casas flotantes en el espacio.

También le gustaba, como no, descubrir que las muchachas sentadas a su alrededor le estaban mirando. No era un creído, pero la verdad es que tenía éxito con las mujeres. Con su particular manera de vestir, sus ojos verdes, su piel morena, y su deliciosa sonrisa, la verdad es que se le podía considerar un chico bastante atractivo. Pero de todas las muchachas, no destacaba ninguna especialmente. No le gustaban las pijas de la facultad de Empresariales, pero quién sabe... Quizá Iván encuentre el amor en su trayecto en autobús.

2 comentarios:

  1. Belén, me encanta. En serio. La verdad es que todos somo un poco como Iván cuando nos montamos en un autobús (la música, el querer encontrar un buen sitio donde sentarnos...)

    Lo del niño extraterrestre... Solo diré que me he reído un ratazo (y eso que ya sabía que lo ibas a poner)

    El detalle de las pijas también me ha hecho gracia xD Y bueno, esperemos que Iván encuentre el amor un día inesperado en el bus.

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  2. Que way! creo que me muchas veces me pasa como a Iván que me pongo a pensar en la vida d ela gente, en lo que piensan en lo que pasará en sus vidas.

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