
De muchacha, siempre soñó con vivir una historia de amor como la de "Titanic" (sin que él se muriera, por supuesto), y a día de hoy, siendo treintañera, todavía sigue viendo su película favorita, todavía sigue llorando con ella, y todavía sigue esperando que llegue su Jack Dawson particular, para que la salve como a Rose, de su amargada vida.
Qué amor más bello el de esos dos (ese tan puro que se respira casi sin pretenderlo, que se bebe sin tragar y que inunda el pecho, empapando las costillas)
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