
viernes, 28 de octubre de 2011
¡Qué monadaaa!

martes, 25 de octubre de 2011
Quiero que conozcáis a Jane

Puedo ver en mi mente el día que nos tropezamos: yo ensimismado contigo y tú un poco torpe. Desde ese día me enredé en tu pelo y en tu vida. Bendecí tu llegada como las frías gotas de lluvia que caen en la más absoluta sequía, y ahora que no estás conmigo, maldigo al que te consumió.
Lo ocultabas muy bien, pues eras la perfección personificada, pero el interior sólo lo podía ver yo, sabiendo que te estaba comiendo por dentro, que el cáncer te estaba dejando sin vida, sin mi vida.
Hoy, como todos los días que la tengo presente, quiero hablar de ella, quiero que conozcáis a Jane.
miércoles, 19 de octubre de 2011
Como en un tiovivo

La primera vez lo pruebas, y te encanta, por lo que quieres subir una vez más.
En la segunda ya sabes que la experiencia es grata, así que te emocionas porque ya sabes lo que va a pasar.
Para la tercera vez, convences a tu madre para que te deje subir sólo una vez más y le prometes que así será. Pero por muchas promesas que hicieras, no dejarás de lloriquear y patalear como un niño encaprichado y consentido para seguir montado.
Tu madre gana la batalla, pero sólo de momento. En tu mente sólo puedes ver el tiovivo, con sus mil giros, convirtiéndolo todo en color, y tú sentado, con la sonrisa más grande que cabe en tu cara, notando como el viento te sopla dulcemente a la cara, apartándote el pelo con cariño.
Sólo piensas en la próxima vez...en la próxima vez que te vea.
viernes, 14 de octubre de 2011
Jugando a ser poetas
martes, 11 de octubre de 2011
¡Cuántos recuerdos!

Era una de mis favoritas: tan bronceada, con su bikini, y con el collar en forma de concha, que era lo que más me gustaba. Creo que, incluso, traía un tarrito de colonia rosa, cuyo olor recuerdo como si fuera hoy.
Todavía la tengo, guardada por algún armario, pero sin su esplendor originario, claro está.
jueves, 6 de octubre de 2011
Polvo de hadas

martes, 4 de octubre de 2011
¿Cómo sabes que estás enamorada?

-¿Cómo sabías que era yo?
-¿Cómo sabes que estás enamorada?-le dijo él, divertido.
-Pues, no sé... me pongo nerviosa cuando quedo contigo, los cosquilleos recorren mi cuerpo cuando me besas o me tocas, no puedo parar de sonreír...simplemente me siento más viva, más feliz.
-Entonces ya sabes lo que sentí yo al verte-le dijo, besándola inmediatamente y dejándola sin ninguna posibilidad de contestación.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)