
Luis no dormía si su mamá no le contaba un cuento antes de que le acurrucara bajo la manta calentita. Le daba igual sobre que tratase, ya fuera de piratas, de animales, o incluso de princesas. No tenía predilección por ningún tema en concreto, pero las historias que más le gustaban eran las que su madre se iba inventando sobre la marcha, eran tan divertidas...
Él tenía muy claro que cuando fuera mayor, y tuviera hijos, tomaría la misma costumbre, e inventaría miles de historias que les hicieran feliz, y no sólo a ellos, sino también a todos los niños.
Escribiría cuentos infantiles, y sus libros se venderían por todo el mundo, porque todos los niños tienen derecho a un cuento antes de dormir.
Bonitos sueños los de Luís, no solían contarme cuentos pero siempre he sabido que a mis hijos se los contaré cada noche. (Soy Petite Mademoiselle, cambio de nick).
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