martes, 19 de julio de 2011

Esperado encuentro



Era ella. Desde que entró por la puerta del autobús supo que era ella, su ansiada compañera. No sabía que razones le llevaban a esa suposición, simplemente sintió que su corazón latía más vivo que nunca; que un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, desde el primero de sus mechones alborotados hasta la uña de su dedo más pequeñito del pie; que supo por primera vez que era sentir mariposas en el estómago.
La siguió con la mirada, hasta que sus ojos verdes se encontraron con los de ella, de un marrón intenso. Ella no se la retiró, no podían dejar de mirarse con curiosidad, curiosidad por la sensación que ambos estaban sintiendo.

Eran unos absolutos desconocidos y sin embargo, se miraban como si llevaran toda la vida uno al lado del otro.

Iván se levantó de su asiento, se colocó frente por frente a ella, y no se dijeron nada, ni siquiera hacía falta, simplemente se fundieron en un largo beso, uno de los miles que ya se habían dado en sueños.

2 comentarios:

  1. Me habría encantado estar en ese autobús para poder ver ese beso.

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  2. Que suerte no tener que hablar, las palabras a veces lo estropean...

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