lunes, 28 de marzo de 2011

Lágrimas dulces



A Clara le encantaban las lágrimas dulces, ésas que asomaban por sus ojos miel y que se deslizaban por su cara casi de porcelana, fruto de la felicidad. ¿Nunca os ha pasado? A Clara sí, varias veces, pero sólo por un motivo: cuando miraba fijamente a Óscar (ojos miel frente ojos negros) y era consciente de lo enamorada que estaba, y de lo feliz y completa que era su vida junto a él.

Pasaba justo en ese momento en el que no existía nada más aparte de sus ojos y de su profunda mirada, en el preciso instante en el que ella veía que él sentía lo mismo. Si alguna vez os pasa, seguro que también seréis unos adictos a las lágrimas dulces de la felicidad, como Clara.

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