miércoles, 30 de marzo de 2011

La pesadilla



Día tras día, Carlos se despertaba a altas horas de la madrugada sobresaltado y empapado en sudor. Ya había perdido la cuenta de cuántas noches llevaba sin dormir bien, y todo era causa de una inquietante pesadilla de la que no se olvidaba ni un momento.

Caminaba por una larga acera, con árboles a ambos lados. No se cruzaba a nadie por el camino, la calle estaba muy solitaria. De momento, comenzaba a oír susurros que parecían provenir de la nada. Se giraba, pero no había nadie a sus espaldas.

"Será el viento", pensó Carlos. Proseguía su camino, pero los susurros, que esta vez parecían decir su nombre, se hacían más fuertes. Hasta que el frío de una voz masculina, clara y amenazante le penetraba en su canal auditivo diciendo: "Carlos".

Se daba la vuelta para mirar al miedo a los ojos, y entonces, se despertaba de nuevo, con la incertidumbre de saber si para la próxima conocería, por fin, el cuerpo que acompañaba esa voz.

lunes, 28 de marzo de 2011

Lágrimas dulces



A Clara le encantaban las lágrimas dulces, ésas que asomaban por sus ojos miel y que se deslizaban por su cara casi de porcelana, fruto de la felicidad. ¿Nunca os ha pasado? A Clara sí, varias veces, pero sólo por un motivo: cuando miraba fijamente a Óscar (ojos miel frente ojos negros) y era consciente de lo enamorada que estaba, y de lo feliz y completa que era su vida junto a él.

Pasaba justo en ese momento en el que no existía nada más aparte de sus ojos y de su profunda mirada, en el preciso instante en el que ella veía que él sentía lo mismo. Si alguna vez os pasa, seguro que también seréis unos adictos a las lágrimas dulces de la felicidad, como Clara.

sábado, 26 de marzo de 2011

A través de la ventana



Como todas las tardes, se sentaba al lado de la ventana, para ver la vida pasar. El sol se iba haciendo hueco un poquito más cada día, y los árboles, verdes de nuevo y con algunas flores, vislumbraban la incipiente llegada de la primavera.

A través del cristal, veía a todo tipo de personas: niños con sus mochilas que se dirigían para las actividades extraescolares, padres cargados con bolsas de la compra, muchachos que iban a jugar al fútbol y muchachas que iban al gimnasio...

Pero de todas las que veía, las que siempre le llamaban la atención, eran las típicas parejas jóvenes que se sentaban en el parque de enfrente. Veía tanto amor y tanta pasión cada día...Observándolos, era imposible no acordarse de su marido, fallecido hacía ya dos años. Recordaba cuando los besos se daban con las miradas y cuando aprovechaban cualquier rincón oscuro, alejado de las habladurías, para amarse en secreto.

Pero ahora ya no estaba en su compañía, y lo echaba tanto de menos... que se sentaba en la ventana para ver como, poco a poco, la vida se le iba escapando entre los dedos, para reencontrarse con su único amor.

viernes, 25 de marzo de 2011

Mi perfecto mundo imaginario

Tras un tiempo dándole vueltas en mi cabeza, he decidio plasmar aquí mi perfecto mundo imaginario. ¿Qué por qué es perfecto? La razón es sencilla. Puedes ser quien quieras en el tiempo y en el lugar que quieras. Puedes estar acompañada de quién tu más desees. Puedes crear mil personajes distintos y cambiar sus vidas con sólo unas palabras.
Con sólo unas palabras puedes hacer reír, llorar, asustar...emocionar, al fin y al cabo. Y también, mostrar tus inquietudes ocultas, tus sueños, todo lo que te gustaría realizar y no puedes.
Con sólo unas palabras, se forja mi perfecto mundo imaginario.